(Cartel de la miniserie de 2012)
La serie se centra en la vida, años después, de un grupo de mujeres que trabajaron en Bletchley Park, el centro británico de desencriptación de códigos durante la Segunda Guerra Mundial. Allí se diseñó Colossus, la primera computadora, allí estuvieron Tuttle y Turing y allí se craqueó el código de Enigma, que concedió a los Aliados una ventaja estratégica.
Una de ellas contaba que, en los días finales de la guerra, iba en un tren lleno de gente y que una señora, mayor que ella, la increpó para que le cediera su asiento a un soldado:
—Él ha servido a su país, y se merece un poco de respeto. Levántate.
La joven tuvo que morderse la lengua y levantarse.
Es este un caso de discriminación abierta por género y también por error. La señora perpetúa la preeminencia del varón como el único digno de valor intrínseco, a pesar de ser ella misma miembro de ese colectivo afectado (discriminación interiorizada). Claro está, la señora no tenía ni idea de que esa muchacha frente a ella había hecho su parte durante la guerra. Tan solo asumió el estereotipo y las convenciones sociales de su época, en detrimento de su propio sexo.
Otra de estas mujeres veía crecer a sus hijos admirando a su padre por haber servido en la guerra —por ser un héroe—, mientras ella tenía que callar y permitir que sus propios logros permanecieran ignorados, más o menos resignada a su papel de únicamente madre y esposa.
Similar al otro caso, ella se sentía discriminada por error (= omisión) e ignorancia.
En Bletchey Park, un 75% de sus residentes eran mujeres: criptoanalistas, matemáticas, estadísticas, lingüistas, expertas en comunicaciones...
Solo décadas más tarde, cuando se desclasificaran los expedientes, y la confidencialidad y el secreto ya no hubieran de ser guardados, el mundo sabría de la importancia y la trascendencia de la labor de las mujeres de Bletchley Park, visibilizándolas y restaurándoles su lugar en la Historia.
Interesante serie. No la conocía, pero me la apunto.
ResponderEliminarLa trama me recuerda a la película "Figuras Ocultas", que refleja la lucha de mujeres (también científicas) afroamericanas contra el machismo y el racismo en la década de los 60.
Totalmente de acuerdo con el hecho de que la discriminación muchas veces está tan interiorizada, que asumimos ciertos actos y situaciones como naturales o "normales".
Sin duda, la lucha contra los prejuicios y los estereotipos debe ser interior, para que luego podamos combatirlos en la sociedad. Por mucho que se legisle y se regule a niveles institucionales al respecto, está en cada individuo evitar la discriminación y avanzar en igualdad.
Efectivamente, a veces somos nosotros mismos quienes perpetuamos sin ser conscientes estereotipos y comportamientos inadecuados.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.